Una profesional de la mecánica dental se reconoció víctima de la estafa piramidal en la que cayeron cientos de vecinos en la región.
Una profesional de la mecánica dental denunció haber sido víctima de una estafa piramidal en La Plata, tras ser contactada por supuestos asesores a través de las redes sociales. La mujer fue inducida a transferir grandes sumas en una plataforma digital que prometía multiplicar el capital en pocas semanas, pero todo era un engaño.
El esquema comenzó con publicaciones en Instagram que ofrecían “rentabilidades extraordinarias” en mercados internacionales. Luego, la damnificada fue derivada a un chat telefónico en el que personas con identidades falsas desplegaron un discurso de confianza y terminaron haciéndose con todos sus ahorros.
“Me hablaban de estrategias”, relató la denunciante al diario El Día para describir cómo la convencieron de invertir.
Según su testimonio, cada depósito era presentado como un paso para acceder a mayores ganancias. Sin embargo, al intentar retirar el dinero le exigieron nuevos pagos en concepto de comisiones y liberación de fondos. “Como es mucho el dinero que ganaste, necesitás depositar 8 millones de pesos”, le dijeron los estafadores cuando solicitó hacerse con su inversión y los intereses de su depósito.
Avanza la causa por estafa
La mujer formalizó la denuncia en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°3, la misma fiscalía que ya analiza otros episodios similares. Los investigadores sospechan que se trata de un fraude piramidal con ramificaciones que alcanzan a varios damnificados en la ciudad.
En los últimos casos denunciados hay un común denominador: la plataforma señalada ofreció “inversiones automatizadas con tecnología de alto rendimiento” y aseguró resultados rápidos y seguros. Los balances iniciales mostraron ganancias constantes, lo que reforzaba la confianza de los inversores y los alentaron a sumar nuevos participantes.
Los organizadores utilizaron grupos exclusivos de WhatsApp y Telegram, donde compartieron supuestos consejos financieros y captaban nuevos interesados. En paralelo, desplegaron una estrategia en redes sociales: fotos de autos de lujo, viajes y estilos de vida ostentosos para reforzar la idea de éxito inmediato gracias a las inversiones en criptomonedas. El marketing aspiracional fue la llave para atraer a cientos de personas.
La maniobra se develó cuando, de un día para el otro, el dinero desapareció de las cuentas. Los damnificados comenzaron a denunciar y la Justicia caratuló la causa como “estafa”. Entre las pruebas se sumaron capturas de pantalla, chats y publicaciones promocionales que exhiben el funcionamiento del esquema.