El Gran La Plata marcó 8,1% de desempleo en el trimestre y superó el promedio nacional de 6,6%, con más de 120 mil personas buscando trabajo en la región.
En el tercer trimestre de 2025, el Gran La Plata mostró un nuevo deterioro en el mercado laboral y y volvió a ubicar el desempleo por encima de las 120 mil personas entre desocupadas y ocupadas que buscan otro empleo, una cifra que se ubica muy por encima del promedio nacional.
Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) marcaron que, mientras el desempleo a nivel país bajó al 6,6%, en la región el indicador trepó a 8,1%, en contraste con el 6,9% registrado en el segundo trimestre del año. Según la estimación oficial, son alrededor de 39.000 personas sin trabajo que buscan empleo de manera activa.
El informe también revela una fuerte suba entre quienes tienen empleo pero igualmente salen a buscar otra fuente laboral. En el Gran La Plata, la población ocupada demandante de empleo pasó del 14,4% al 17,4%, lo que representa cerca de 84.000 trabajadores en esa situación.
Otro dato sensible es el crecimiento de la subocupación, que alcanza el 12,1% en la región (unos 58.000 trabajadores que no llegan a las 35 horas semanales y están disponibles para ampliar su carga laboral). Dentro de ese grupo, la subocupación demandante se mantuvo en torno al 8,2%.
El Gran La Plata, peor que la media nacional
El contraste con el comportamiento nacional es marcado. Si bien la desocupación cayó del 6,9 al 6,6% interanual, el informe del INDEC advierte que esa mejora llega en un contexto de más informalidad laboral —del 42,6% al 43,3%— y una caída del empleo asalariado registrado.
La Plata, por su parte, parece haber quedado rezagada respecto de esa dinámica: no solo creció la proporción de desempleados sino también la presión sobre el mercado, producto de miles de trabajadores que, aun con ingresos, salen a buscar alternativas frente al deterioro del poder adquisitivo.
Las definiciones estadísticas completan el cuadro. Según la EPH, se consideran desocupados a quienes no tienen empleo y lo buscan activamente; ocupados demandantes a quienes trabajan pero buscan otra ocupación; y subocupados a los que trabajan menos de 35 horas semanales y están disponibles para sumar horas. Ese conjunto de indicadores confirma un mercado laboral cada vez más presionado en la región, con más personas compitiendo por menos oportunidades efectivas de trabajo.