sábado, octubre 5

Teatro del Lago: el convenio para restaurarlo reavivó la pelea política por su futuro

El proyecto cuestiona el convenio firmado con Axel Kicillof para realizar obras en el anfiteatro. Para la oposición, debería haber pasado por el recinto.

El Teatro del Lago viene siendo desde hace años un tema de pelea entre oficialismo y oposición en La Plata, y en la última sesión del Concejo Deliberante la disputa se reavivó con intensidad, generando fuertes debates en en torno al convenio que el intendente Julio Alak firmó con el gobierno de Axel Kicillof para ponerlo en valor y reabrirlo.

En ese encuentro la oposición logró aprobar sobre tablas un decreto que manifiesta “preocupación” por ese convenio que termina de saldar en favor del gobierno provincial la administración de la histórica sala a cielo abierto ubicada en el Bosque platense.

Se trata de un proyecto de resolución que había sido presentado por el presidente del bloque Buenos Aires LibreGuillermo Bardón, y expresaba “la preocupación del cuerpo por la sanción del decreto 1250/24 que convalida el Convenio 1296 que dispone la entrega del Anfiteatro Martín Fierro a la provincia de Buenos Aires”.

En una sesión atípica por la ausencia del presidente del Concejo y hombre de confianza del jefe comunal, Marcelo Galland, la resolución vio luz verde gracias a los votos del PRO, la UCR + PRO y los representantes libertarios, que consiguieron la mayoría especial debido a distintas ausencias momentáneas en el bloque oficialista. Un rato antes había ocurrido una situación similar con otro proyecto de “preocupación” del cuerpo por la pérdida de la inversión multimillonaria de la planta de GNL.

La oposición y el convenio del Teatro del Lago

Desde que el intendente Alak anunció que el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires (ICPBA), a cargo de Florencia Saintout, se haría cargo de las reformas en el anfiteatro, la oposición viene reclamando ver el convenio. Finalmente, el acuerdo fue publicado el 1° de agosto en el Boletín Oficial de la Provinciay fue duramente cuestionado en el recinto por todo el arco opositor.

Bardón fue quien abrió el debate y aseguró que el convenio firmado por el Municipio “pone en riesgo la titularidad de la propiedad del Teatro del Lago” que es de la ciudad. El edil leyó el acuerdo y puso especial énfasis en tres artículos: el artículo 1°, que establece que “el uso, la explotación, administración y gestión cultural del inmueble estarán a cargo de la Provincia”; en el artículo 4° que determina que para llevar adelante las obras en el lugar el Municipio “entrega el inmueble” al Instituto, y el 6° que fija que las partes acuerdan desistir de las acciones judiciales entabladas sobre el inmueble.

“Es decir: el Municipio acordó con la Provincia entregar el inmueble y, además, desistir de todas las acciones judiciales. Por eso queremos ser claros: no vamos a tolerar que se entregue algo que pertenece a los platenses, bajo la excusa de que está abandonado”, señaló el legislador libertario.

El concejal del PRO, Nicolás Morzone, por su parte, aseguró que el decreto es “de absoluta ilegalidad y es una falta de respeto a la capital bonaerense” y amenazó con ir a la Justicia Contencioso Adminitrativa si es necesario para que dé certeza sobre la titularidad del bien. “La Provincia se intenta apropiar de un bien patrimonial del municipio. Es una falta de respeto a nuestra autonomía. Es una locura”, disparó.

El que cerró el debate fue el edil radical Javier Mor Roig, quien consideró que el convenio debería haber pasado por el Concejo Deliberante, algo que no sucedió. “Si se trata de un bien de la ciudad, tiene que pasar por el Concejo como pasa cuando se reformulan calles, plazas o ramblas”, remarcó. Y agregó: “Usar el argumento de que estaba descuidado, cerrado o desatendido también es terrible porque muchas delegaciones no funcionan o están mal atendidas y no por eso se las vamos a entregar a la Provincia”.

En ese marco, la historia reciente del Teatro del Lago escribió un nuevo capítulo de disputas políticas y el tono del debate hace pensar que no será el último.